sábado, 26 de marzo de 2011

Memento mori

Dejábamos pasar los días como si nunca fuera a agotarse el tiempo. Trotaban, incluso galopaban a las veces. Yo veía como pasaban los acontecimientos ante mis narices como un espectador más que se sienta en una butaca de un cine cualquiera. Observaba mi vida de manera pasiva, engullendo palomitas y y deleitándome con comedias y tragedias diarias que regían nuestro día a día.

Anti y yo en Cabanas (año2000)

Era consciente de la crucial importancia de las cosas, intentaba guardar en mi memoria cualquier pequeño detalle, una canción, una carcajada, una calle solitaria de madrugada, una hoja que se cae. Todo era significativo, todo era vital, sabía que todo eso se iba a acabar algún día, y ese final no estaba muy distante de donde nos encontrábamos en ese momento, por eso me decía “vívelo, disfrútalo, porque algún día lo echarás mucho de menos”.


3 comentarios:

vintxuca dijo...

dior mioooooo, que recordos!!!! si, que felices eramos, que poucas preocupacións, salvo algún examen do insti....todo eran risas, croquetas na praia, debuxos e caricaturas de libros, xogos de "guija" jajajaja....
Beijinhos pequena, eu tamén boto de menos esas épocas.

Miss Amanda Jones dijo...

Pero bueno! Estás igual!!!

pinkmist dijo...

que va! cambiei un montón