viernes, 29 de julio de 2011

A quién no le ha pasado?

Perkins en Psicosis de Hitchcock (1960)
Suena y suena. Busco en el bolso y no soy capaz de encontrarlo. Noto su vibración en la correa que llevo sujeta al hombro. Entre las bolsas de las tiendas y el paraguas no hay quien encuentre el maldito móvil. El mal humor empieza a palpitar por mis venas. Juro en voz baja y me acuerdo de los muertos de la persona que me está llamando. Me abrigo en el zaguán de un edificio y tiro todo al suelo. El paraguas abierto sale rodando y aterriza contra una puerta de vidrio haciendo un ruido exageradamente alarmante. Al otro lado del cristal, la mujer de la recepción levanta la vista sobre el mostrador y me mira inquisitivamente. Le sonrío y vocalizo la palabra “perdón”. Acto seguido murmuro “que te den”. Sigue sonando. Las bolsas estranguladoras se resisten a dejar mi muñeca libre. Acabo desembaranzándome de ellas quitando el reloj, una pulsera y el anillo pedrusco, no había opción. Abro el bolso y vacío todo su contenido sobre el mármol. Tres llaveros, una cartera, un monedero, un tarjetero, un lápiz, una agenda, tres bolígrafos, un paquete de pañuelos, un tampax, una barra de labios, un lápiz de ojos, un bloc, un afilalápices, una piedra de cuarzo, un libro, unas pinzas, una goma del pelo, un espejito, un muñeco Piglet y un paquete de chicles… y por fin el móvil… pulso la tecla verde.

- Si?.

- Buenos días, me llamo Mariflores Gómez, le llamo de vodafón…



(tu tu tu tu tu tu tu tu tu)

jueves, 28 de julio de 2011

Reviraventos


Caronte cruzando la Laguna Estigia, Patinir (1521)

Torce e retorce o ár cas súas unllas de agulla
maino, paseniñamente, acuogado
cá minuciosidade dun reloxeiro toma os fíos invisibles
os anoa, os enmaraña, os enlea, tecendo redes
para sair a pescar soños.
Brinca con pulo entre os tellados
asexa, dende as fiestras
espreita entre as fisuras das contraventás
vixía quedo nos cabeceiros
desprega súa rede sobre os durmintes, e nos rouba.
Os ollos secos do fume negro
os cornos negros do fume seco
longa saia que non agocha as zancadas de cabuxa,
precisión de morte gadaña
saco cheiño de soños dos que non han espertar.

Débolle a Caronte unha moeda por cada soño
Nun ollo levarei unha de ouro por quen se foi entre lamentos
Noutro ollo levarei unha de prata por quen se foi antes de tempo
E levarei na boca unha de bronce por quen se foi en paz

miércoles, 27 de julio de 2011

Frío, pereza, luz gris


My bed, Tracey Emin (1999)

Sábanas húmedas, ventanas entreabiertas que baten acompasadamente
Humo de un cigarrillo abandonado desde un cenicero en el suelo
El olor a café desde otro piso
Pelo enmarañado
El murmullo de una televisión
La realidad es más nítida, los perfiles se dibujan en las sombras
Tictac desde la sala
Patas que rascan con sus uñas la tarima
Un grito ahogado, una carcajada, la calle
Mi cintura parece mas estrecha, casi la rodeo con las dos manos
Rugidos
Frío, pereza… luz gris


viernes, 22 de julio de 2011

"Nel mezzo del cammin di nostra vita, mi ritrovai per una selva oscura"

Grabado para La divina Comedia. G. Doré (1847)
Ser consciente de la importancia de un momento en el preciso instante en el que está ocurriendo. Saber que ese segundo, esa coyuntura, no se repetirá más.
Intuir que la añoraremos en un futuro, da como fruto una sensación agridulce. Una especie de amargor bañado de impotencia. El querer que no se acabe nunca hace que no lo disfrutemos plenamente. Advertir su naturaleza efímera, pasajera, su cercana muerte nos hace desear un minuto eterno.

Hace tiempo que me viene rondando por la mente la fugacidad del tiempo. Antes, las Vanitas no me decían nada, ahí estaban, calaveras cargadas de mariposas, rodeadas por relojes de arena, velas derretidas a punto de apagarse, piezas de caza llenas de moscas, flores mustias… No entendía esa recurrencia a la fugacidad del tiempo, collige, virgo, rosas… que manera de aguar la fiesta! déjame vivir en la felicidad del ignorante!

Mi existencia perfecta y despreocupada, la certeza de que era un ser inmortal al que nada malo puede ocurrir, el castillo en el que vivía construido a base de perfección, excelencia y superioridad se vio arrasado cuando desapareció la piedra angular que lo sostenía. No nos preparan para lo malo. Nos educan para triunfar, para ser invencibles, pero cometen el gran error de sobreprotegernos. Nos llevan hacia la meta, pero con orejeras de burro para no distraernos. Si en algún momento se nos ocurre girar el cuello y observar lo que hay en la cuneta, el mundo se tambalea.

Discernir el final de las cosas nos abre la puerta a la edad adulta, lo malo es que siempre lo descubrimos dolorosamente. Mi madre siempre me dice que la adolescencia me llegó tarde, desapareció ya bien entrada la veintena, y la verdad, siendo sincera, casi viví la infancia a mi manera hasta la mayoría de edad!! aún ahora conservo mucho de mi yo infantil, lo poco que me dejan. He vivido la niñez más feliz que se pueda tener y quizá por eso me ha marcado tanto. Las sutiles manías y los pequeños juegos que conservo desde que tengo memoria, me permiten sentirme en casa dentro de mi pellejo.  Pero cuando la vida muestra su dureza lo hace en forma de sonora bofetada que marca la mejilla de la niña que llevo dentro, esta se va encogiendo y dejando paso a la adulta realista, estoica, añorante...

viernes, 15 de julio de 2011

"Como un pájaro sin luz"

The Telephone, Tamara de Lempicka (1930)
Esa voz perdida, que retumba en mis oídos
como el eco de un pasado muy lejano
reverberando en los largos pasillos del tiempo.
Rebota como una pelota de caucho,
imparable, demoledora, dañina.
A cada golpe destruye una pequeña parte de mí
percutiendo contra el tabique putrefacto
abriendo heridas sobre las cicatrices aún frescas.


 
A golpe de teléfono vuelve,
y en forma de hilo abrasivo se filtra por el auricular
un sabes quién soy retórico y absurdo.

viernes, 8 de julio de 2011

Pretérito perfecto, presente sublime

Descalzos por el parque, Gene Saks (1967)
Días de gorros de lana tejidos con cariño,
de bufandas de punto grueso colgando a la altura de las rodillas
(pobre Isadora Duncan!).

Días de callejear entre risas por las avenidas, con la nariz helada, goteando… haciendo volar las hojas secas de los plátanos con el empeine.
Días de mitones para poder fumar
(hermosa Marlene!).

Días de vernos en un café, mirarnos a los ojos y calentarnos las manos con la taza.
(Bloom y Dedalus filosofando!).

Días de paraguas rotos, robados en cualquier portal, abandonados en cualquier papelera.
Días de pelo largo enredado por el frío.
Días de trenes calientes, buses fríos, cálidos paseos de la mano con los pies mojados.
Días de necias peleas por estúpidas banalidades apasionadas
(Jeanne y Amadeo en Montparnasse!).

Días y más días fabricando mortero, estudiando aparejos, metros y metros de quadratum tallado con nuestras propias manos. Lo hemos hecho, lo hemos construido. Alto, recto, hermoso, imponente, limpio. Ahí está, levantado como un obelisco, brillante y orgulloso. Te quiero.


viernes, 1 de julio de 2011

May y Dami

Tengo una amiga que apenas veo, una amiga a la que me gustaría tener viviendo en la puerta de enfrente. Nos separan muchos kilómetros de distancia, pero cuando nos reunimos es como si no pasara el tiempo entre visita y visita. Para mi es una persona muy especial. Últimamente y debido a que trabajamos 6 días a la semana se nos hace imposible poder quedar. Pero ambas sabemos que no pasa nada.

Tengo un amigo que apenas veo, con el que me gustaría poder jugar al ajedrez y a las cartas y enfadarme porque siempre pierdo. Dentro de mi vara de medir se lleva la máxima puntuación de la escala, la que lleva rotulado “es lo que ves”.
Mi amiga y mi amigo viven juntos, y hace tantos años que les conozco que para mi son como de la familia, como unos primos hermanos. Cuando voy a su casa me siento tan en la mía que se me olvida. A veces no hace falta que existan lazos de sangre para unir a las personas. He compartido con ellos más horas de mi vida que con parte de mi familia. Hemos hecho tantas cosas juntos! estudiado, convivido, reído, llorado, dormido, viajado…
Siempre he congeniado mejor con los chicos. No creo que el hecho de que dos personas se entiendan tenga que ver con el género, pero en mi caso tengo muy claro que si. Creo que eso me pasa porque las mujeres me intimidan. Con mi amiga es diferente, será que en lo básico nos parecemos, porque en lo “accesorio” no podemos ser más distintas. Cuando estoy con ella es como estar frente al espejo, puedo contarle cualquier cosa sin sonrojarme, confiarle un secreto, hacer el garrulo, decir burradas todo el día… da igual.

Mis amigos son de las pocas personas que saben como soy, me conocen, saben como me duele el corazón, como se me va la olla o como se me alegra el alma.

Es difícil encontrarse con alguien que te acepte como eres, que no te juzgue, y te quiera, y lo que es mas importante, demuestre año tras año. Yo los encontré.


Os quiero muchísimo, os echo muchísimo de menos.