viernes, 8 de julio de 2011

Pretérito perfecto, presente sublime

Descalzos por el parque, Gene Saks (1967)
Días de gorros de lana tejidos con cariño,
de bufandas de punto grueso colgando a la altura de las rodillas
(pobre Isadora Duncan!).

Días de callejear entre risas por las avenidas, con la nariz helada, goteando… haciendo volar las hojas secas de los plátanos con el empeine.
Días de mitones para poder fumar
(hermosa Marlene!).

Días de vernos en un café, mirarnos a los ojos y calentarnos las manos con la taza.
(Bloom y Dedalus filosofando!).

Días de paraguas rotos, robados en cualquier portal, abandonados en cualquier papelera.
Días de pelo largo enredado por el frío.
Días de trenes calientes, buses fríos, cálidos paseos de la mano con los pies mojados.
Días de necias peleas por estúpidas banalidades apasionadas
(Jeanne y Amadeo en Montparnasse!).

Días y más días fabricando mortero, estudiando aparejos, metros y metros de quadratum tallado con nuestras propias manos. Lo hemos hecho, lo hemos construido. Alto, recto, hermoso, imponente, limpio. Ahí está, levantado como un obelisco, brillante y orgulloso. Te quiero.


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