martes, 21 de junio de 2011

Luz de verano


Mi hermana, mi prima y yo.

 Y ahora vendrá esa pálida luz amarillenta que delimita los contornos y los hace brillar, esa luz vespertina que alarga las sombras hasta el infinito. Es la luz más mágica del año, me hace soñar. Me trae el recuerdo de la paja amontonada para el ganado y su olor dulzón.
El primer recuerdo que conservo es bajo esa luz, sentada en un campo, con la hierba dorada tan alta que lo único que veía era una pelota azul alzarse al aire. Recuerdo aquella tarde de verano cuando apenas tenía tres años y es el lugar a donde viajo cuando cuando necesito escapar sin moverme del sitio.

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