viernes, 27 de mayo de 2011

Hay olores que...

El olor a lona recalentada de los barcos del puerto deportivo me trae a la mente aquellos veranos bajo los toldos del porche. Cuando machacábamos moras con azúcar y le añadíamos un chorro generoso de vino tinto.


A veces paso al lado de alguien que deja tras de si un aroma que despierta algo especial en mi interior. Los pensamientos y los recuerdos se apelotonan a codazos en mi mente, y si es un recuerdo bonito, lo dejo estar, cierro los ojos lo disfruto esos leves momentos. Ese aroma que me recuerda a alguien importante, y que huelo a veces, en un ascensor, al doblar una esquina, en la calle… ese aroma que me lleva a un tiempo en mi vida en el que todo estaba por descubrir. No quiero ese frasco de perfume en mi mano, no lo quiero en otra persona, me gusta que me sorprenda y me regale esos recuerdos cuando no lo espero.
La Gioconda, L Da Vinci (1506)
Pero hay olores que busco, puedo provocar en mi sentimientos queriendo, cuando estoy triste me gusta abrir un bote de orégano, acercar mi nariz y traer a mi mente los campos amarillos de Vilarrube; arrancar una ramita de tomillo del jardín y recordar las tardes hermosas en el Belelle; estrujar fiuncho entre las manos, y sentirme adolescente otra vez intentando disimular el olor a tabaco. La reina luisa y la ruda me recuerdan a las tardes con mi abuela en su huerto arrancando malas hierbas, las flores de las mimosas que lo inundan todo con su olor me recuerdan a mi madre, por lo mucho que le gustan y lo enferma que la ponen. El olor a leche hervida, a café recién hecho, a champú infantil, me llevan a mi casa.

Hay olores ruines como el asfalto y el cemento recién mojados un día seco de verano, que me traen a la mente un entierro de una muerte prematura que no quiero recordar, y siempre que me llega ese olor rancio digo con asco que huele a cementerio… y nunca lo he querido explicar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

El otro día estuve pensando también en olores...Hay dos en particular que me traen muy buenos recuerdos y que no quiero tener en casa para que no pierda la magia,así se me seguirán erizando los pelos cada vez que los huela.Uno es el de las mimosas,me recuerdan a mi infancia en Limodre.Las teníamos cerquita de casa en dos grandes árboles y no puedo explicar lo que siento cuando las huelo.Otro es el olor a la crema de coco,por una amiga,con la que compartí muy buenos momentos,que siempre usaba esa crema y a la que hace mucho tiempo que no veo.Esos olores,más que recordarme a los árboles o a mi amiga,significan para mí la feliz infancia y la amistad.
-hoochie-

pinkmist dijo...

Que bonito! es cierto, es muy bonito que nos sorprendan cuando no lo esperamos. Y es cierto también que los olores que nos traen el recuerdo de una persona y los buenos ratos vividos con ella son los mejores.

fianarosa dijo...

Es curioso lo de los olores. Tengo una planta en el jardín que tiene un olor muy extraño, no es fresco, ni tampoco repele, pero yo lo asocié enseguida con algo de las iglesias o los cementerios. Nunca supe qué planta era hasta el verano pasado. Me tocó atender al público en una de las ferias de artesanía que organizamos con las asociaciones de discapacitados. Una de las asociaciones vende plantas de sus viveros, entonces me fijé que esta vez habían traído también esa planta de la que te hablo, acerqué una maceta a mi nariz y me vino el mismo olor de la de mi jardín, volví a pensar que el olor tiene algo que ver con iglesias o cementerios, pero sin conseguir identificarlo. Al poco rato se presentó una señora con la planta en la mano para pagármela, yo le pregunté si sabía qué planta era y me dijo que era incienso y añadió acercándola a mi nariz ¿A que huele tal cual al incienso que queman en las iglesias? Entonces entendí por qué había asociado siempre desde un primer momento ese olor a iglesias y cementerios, y es cierto, huele tal cual.

Esther dijo...

y es que tú eres un hacha para los olores!!! una vez estaba manoseando una ruda y tú desde el otro lado de la finca preguntaste quien andaba con ruda... jajaja!!!

fianarosa dijo...

Es verdad, oye. Suso, que no tiene olfato ninguno el pobre, alucina, a veces se cree que le estoy tomando el pelo.

Anónimo dijo...

Eso debe de ser porque fuma...
Esther