sábado, 7 de mayo de 2011

(Von Stuck, Schwabe, Draper, Huguet, Odilon, Chavannes... Ellos lo vieron. Y que viva el simbolismo)

H J Draper. Ulises y las sirenas (1909)
Ese último verano se había salido todo de madre, los demonios ya no se quedaban debajo de las camas, ¡osaban a salir y aconsejar a los amantes infieles con sus grandes cuernos rozando los techos de las habitaciones! Su piel curtida y roja, sus patas caprinas, su larga cola moviéndose con vida propia tirando un jarrón aquí, una peana allá, provocaban pánico entre quienes presenciaban esa bizarra aparición. El mundo se había vuelto loco. Las madres tenían que explicarles a los niños que eran aquellos ojos brillantes que los vigilaban por las noches desde la puerta entornada del armario.
Muchos marineros acababan siendo devorados por un kakren o en el estómago de cualquier ballena azul, cuando no estaban siendo hipnotizados por los cantos de manadas de sirenas. Faenar se había hecho misión imposible.
Los dragones ya no temían a San Jorge, que se había declarado en huelga, y sobrevolaban los cielos escupiendo bolas de fuego.
Las ménades y los faunos se habían habituado a las tabernas, un verdadero ejemplo de integración. Pequeños cupidos disparaban flechas a discreción provocando dramas en la vida de los mortales.

Dante y Virgilio.W A. Bouguereau (1850)
Fauno y sirena. Von Stuck
H J Draper. El lamento por Ícaro (1900)
Pero poco a poco las cosas volvieron a su sitio y las criaturas fueron desaparaciendo gradualmente. En cosa de un mes todo volvió a ser como antes. Que fue lo que pasó? como fue posible? Unos decían que todo se debió a que la puerta de atrás quedó abierta en un descuido, otros opinaban que todo había sido un mal sueño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

excelente escrito