viernes, 24 de junio de 2011

La primera vez que me traiciones, será tu culpa; la segunda, la culpa será mía


Chismorreos, N. Rockwell (1948)

La gente se merece una oportunidad, o dos. Quizá vengan contándote cosas de los demás, que si no son de fiar, que si son unos falsos, que si a la mínima te la clavan.

Ok! Deja que me la clave, deja que me traicione, deja que atente contra el octavo mandamiento sobre mí… no se puede aprender en la experiencia ajena. Me niego, siempre lo he hecho, a prejuzgar a la gente. A veces me sale bien (la mayoría) y otras me sale fatal. Pero lo importante es no ser un cabeza hueca haciendo caso de las habladurías. Muchas veces he sido la única amiga de alguien, y eso me ha reconfortado. Otras veces me han manipulado, han tergiversado las cosas y por arrimarme a quién no debía he perdido a “amigos” pero lo he hecho por mi cuenta y riesgo. Sabía que podía pasar pero siempre tuve esperanza en que no ocurriera. Estoy harta de la gente que no para de hablar de los demás. De la gente que insiste en que no debes hablar-quedar-tratar con otra persona “por tu propio bien”. Una cosa si tengo muy clara, yo no me pongo los vendajes hasta que me hago una herida.

2 comentarios:

Miss Amanda Jones dijo...

A mí también me ha pasado muchas veces en los últimos años... es curioso como nunca jamás mis padres me prohibieron andar con nadie de pequeña, para que años después, amigos o supuestos amigos sí lo hicieran. Y oye, alguna vez me pegué la gran hostia, pero en cambio la mayoría descubrí a personas estupendas. Yo también he sido más de una vez la única amiga de alguien. Y además, como dice una amiga mía, salvo casos muy extremos, no se puede decir que "fulano es un hijo de puta" así en general. Fulano es un hijo de puta si lo es conmigo, independientemente de que "en general" lo sea o no.

pinkmist dijo...

jope! hay que ver que paralelismos tienen nuestras cortas pero aprovechadas vidas! jajaja!

Muaaaa